MOSCÚ PRIORIZA LA SOBERANÍA DIGITAL ANTE AMENAZAS CIBERNÉTICAS Y LA PRESIÓN DE EE.UU. E ISRAEL
El movimiento podría dejar a millones de usuarios sin acceso a servicios globales y acelerar el desarrollo de alternativas tecnológicas nacionales.
Por: Héctor Báez
Rusia ha encendido las alarmas internacionales tras anunciar que se prepara para cerrar Google, Android, Apple y Samsung dentro de su territorio. El gobierno ruso sostiene que estas plataformas representan riesgos graves para su seguridad nacional debido a su vinculación tecnológica, corporativa y estratégica con Estados Unidos e Israel.
La decisión surge en medio de una escalada de amenazas cibernéticas y sanciones occidentales, que Moscú considera parte de una campaña coordinada para debilitar sus infraestructuras digitales, económicas y militares. Según reportes difundidos por Brics News, el Kremlin busca avanzar hacia una soberanía tecnológica total que elimine dependencias externas consideradas hostiles.
Este bloqueo potencial afectaría a millones de usuarios rusos que dependen de servicios como Gmail, YouTube, iCloud, App Store, Google Play y sistemas operativos móviles globales. Al mismo tiempo, el Kremlin trabaja en alternativas nacionales como motores de búsqueda, sistemas operativos locales y plataformas de almacenamiento diseñadas para operar sin interferencia extranjera.
El avance hacia el aislamiento tecnológico no solo responde a criterios de seguridad, sino también a la visión estratégica de posicionarse como un polo digital independiente en medio de la confrontación con Occidente. Sin embargo, expertos advierten que la desconexión de servicios globales podría generar un fuerte impacto económico, social y comunicacional dentro del país.
Mientras Rusia busca reforzar su muro digital, el debate internacional gira en torno a un nuevo escenario: el surgimiento de bloques tecnológicos separados y la fragmentación de Internet como consecuencia de las tensiones geopolíticas.
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